Pasada la primera semana, uno saca conclusiones comparando lo actual con lo anterior, o sea, comparando ambas convivencias.
La verdad es que ha sido todo como ya lo preveía: son bastante irrespetuosos y aniñados -al igual que el ex-compa-, por la tarde-noche les mola ver series en el ordenador con la voz bien subida, para adentrarse en el mundo de Narutos y demás (). Tienen una parsimonia (¿?) increíble, llegado el punto de pasarse media tarde durmiendo cuando los otros estan esperandote para que recojas la maleta e irse. Y, cómo no, son sumamente peseteros. Para elegir productos lo hacen mirando los precios; y yo, sinceramente, cojo el primero cuya forma me suene de haber visto por casa, sin siquiera mirar el precio.
El jueves salimos y tal, y Jp definió a Risitas con un adjetivo que creo no haber utilizado antes: embaucador. Se cambió la máscara, hinchó el pecho y se puso a cazar.
En determinados momentos, después de ordenar los apuntes, la habitación, y cansarme de oír música o leer -el libro de Galeano, al fin!-, no tenía otra cosa que hacer que echarme en la cama a mirar el techo. Entonces, solían acudirme a la cabeza esos momentos: echado sobre la cama, esperando la llamada del teléfono.
En fin, como dijo el antes nombrado, "Se vive de los escombros".

Y otra cosa que me acabo de acordar, que aunque es irrelevante, me dejó bastante ():
El lunes por la mañana, en la estación del metro, esperando. Cuando llega, subo y, como de costumbre, me sitúo plantado al lado de la puerta, apoyandome en el barrote. Justo a mi lado, pero en los asientos, se sienta una chica de 19-24 años. Al poco tiempo de que saliese el metro, tal chica me mira y me dice algo. No la oigo al llevar los cascos puestos, así que me quito uno, "-¿Perdona?". "-¿No te sientas? Hay sitio.", dice mientras se aparta a un lado del asiento. Me siento en ese sitio y me excuso diciendo "-Es que bajo en seguida". Y ahí terminó la conversación.
Supongo que oiría la música y me tacharía bajo los prejuicios que tuviese en función del tipo de música, o simplemente se asustaría, yo que sé.
No perdí la cartera ni el movil, y tampoco tenía pintas de ladrona, así que supongo que no tenía intención de robarme o tocarme los c*.

Creo no haberlo mencionado antes, pero Risitas se unirá este año a mi anterior vagón. O sea, empezará la misma carrera.
Él, pone la canción Hazte industrial bien fuerte, para que la escuchen todos; y enseña a todos los tests de las pruebas de nivel que se hacen al inicio de todo, alegando su dificultad. Dice que será el primero de su promoción, y que irá a trabajar como "jefe supremo de la policía" (?).
Sin embargo, su compañero del alma Casper, junto con la compañera de gremio de pianistas del primero, opinan que, el curso siguiente, cambiará de carrera a magisterio, que lo ven completamente incapaz.
Realmente me llama la atención cómo alguien que crees conocer tan bien, con quien crees llevarte estupendamente, te meta dos puñales y una espada por la espalda.
En fin, ya se las apañarán...

Qué canción estás a punto de tararear?

Tiempo ha...
La verdad es que he abierto esta ventana unas cuantas veces del mismo modo que la he cerrado por la sensación de no ser capaz de escribir algo que me guste...
Posiblemente, este haya sido el verano más aburrido de los que recuerde. En contadas ocasiones compartí la velada con los amigos, pero casi siempre volvía a casa arrepintiéndome. O yo me he convertido en un ser de piedra, o ellos han dado marcha atrás hacia el jardín de infancia.
Casper -llamado mp3 con anterioridad- sigue haciendo las tonterías que le caracterizan. Esos gestos tan exagerados típicos de un toro salido o qué se yo. Risitas -¿H?- ha tildado su aspecto polifacético y ha estrenado una colección de nuevas máscaras. Todo el resto ( !! ) ha dejado el p*to juego para cambiarlo por otro (más friki quizá); y a tal extremo llega la cosa, que prefieren quedarse delante de la pantalla sacrificando las míticas paellas de Alcúdia, y digo míticas por lo bien que lo pasé con Agmé, Guti, Brunet, etc... Sin embargo la pareja irá a jugar al teatro con R y compañía, motivo principal por el cual prefiero quedarme "estudiando". Aunque, tal vez, también lo empuja inconscientemente el miedo a ver a la ex-zorra de Risitas.
Una de las cosas más desalentadoras es que este próximo año conviviré con estos especímenes, y que (como temí) los fans del futbolín de la casa del alumno marcharán en otra dirección.
Así que, este curso se presentan cambios hasta en el carnet de conducir, y aunque algunos sean desagradables a primera vista, trataré de apañarmelas como el anterior.
Algo que no quiero dejar pasar otra vez es la posibilidad de ver isf desde dentro...