Depende de ...

Hoy, como otras veces, he encontrado otro interesante blog a raíz de navegar por links de otros ya de por sí interesantes, y después de ojear y marcarlo, he leído un párrafo que, aunque poca relación le he encontrado con el título del post, me ha parecido un subidón de algo que soy incapaz de describir:

La música clásica sube los decibelios de mi desesperación. Conectada a los cascos, le doy volumen a ver si consigo acallar la frustración. Me pregunto cómo convivir con ella. La combato, la niego o me dejo vencer, depende de las fuerzas. He vuelto a escribir. Quizás como terapia, quizás porque tengo el tiempo que me has dejado. Mi mundo se había reducido y yo había permitido que así fuera. Ahora el vacío ha roto mi bloqueo, las palabras se atropellan en mi cabeza. Creo que las volcaré en estas líneas, simplemente para ver si las cosas toman un nuevo sentido.

Tras leerlo, he pensado "¿He escrito yo esto?"; porque he sentido como si alguien hubiese resumido mis últimos 12 meses.
... en especial, la tercera frase:

La combato, la niego o me dejo vencer, depende de las fuerzas.

Yo mismo decidí provocar una reducción de mi mundo, abandonando determinados hábitos que había mantenido, y con ello me encerré en el centro de una amnesia fingida, creada, o mejor dicho, obligada a aparecer. Traté de combatir esa frustación con la amnesia, el olvido.
Método ineficaz, claro. Por lo que, cuando me paraba a pensar, meditar, pese a ir en contra de mi primera intención, el resultado venía en función de cómo me encontrase anímicamente en ese momento.
Cuando llevaba algo de orgullo en mí, menospreciaba y vomitaba el asco en forma insultos; mientras que cuando me sentía depre, optaba por escribir cosas tristes y melancólicas. Pero siempre con todo aquello en la antesala, apareciendo sin dejarse ver, sin irse ni tener intención de ello.
Ya decía el profesor del año pasado (el Villaescusa) que el equilibrio de cualquier sistema es inexistente, un caso idealizado para enseñarte a hacer problemas:

"Él único equilibrio es la muerte."

Aunque dependa de las variables de estado actual, ahora mismo preferiría no haberme puesto a parir de nadie, y en especial de quien tú sabes bien.

Hoy, en uno de los blogs que sigo, encontré esta imagen:



La esencia de la pobreza, firmada por Coca cola. Esa afamada internacional que nos hace creer que se preocupa por el calentamiento global con sus anuncios, en los que siempre sale gente bien vestida con una sonrisa en la cara, portando una coca cola en la mano.
Otra cosa bastante triste es que J quiera ir al cine a ver la nueva película de Megan Fox (creo que era así...), sólo porque en el trailer salga tirándose a un (uno sólo?) tío. Armas de manipulación masiva, el aceite del engranaje del sistema, que insta a cada pieza a ocupar su lugar.
Además..., este miércoles a las 19,30 isf se presenta con una conferencia (la que se me solapó con la práctica de fluidos del año pasado) a la que tengo muuchas ganas de ir.
Y para cerrar el post, en la tercera entrega de la recopilación, Mr. Jindelvent se hace el sueco cuando se le pregunta por su antigua opinión sobre los teatros virtuales...

escombros

Esta semana, leí algo - de la letra de Galeano- que me conmovió. En Haití, como en prácticamente toda Latino-América, se llevaron a la fuerza y como si fueran una mercancía más, miles y miles de esclavos africanos. Para algunos de ellos, el arco iris representaba la ruta de retorno a Guinea, y para tomarla debían convertirse en nubes blancas; suicidándose. Se mataban en grupos creyendo que resucitarían en África, y los patrones, para meter miedo a los que no se habían matado, mutilaban los cadáveres, haciéndoles crees que éstos resucitarían sin cabeza, mano, pie, o "partes íntimas".

Por otro lado, el jueves, mientras paseaba para hacer tiempo, me crucé con Borja. Aprobó informática 1, y con ello se aseguraba su lugar al año que viene, pero no se presentó a nada más "porque le dejó la novia". En parte me parece excesivo, en parte lo entiendo. Me invitó a salir con él y algunos más esa noche, pero prefiero guardarme esa posibilidad para el jueves que viene.
El viernes, encontré a Sergio bajando del bus, charlamos y le pregunté a qué hora acababan. Con que sólo tenía una clase, tuve tiempo de sobra para esperarles a la salida y seguir charlando. Esperaba ver a Dani, David, etc, pero sólo estaban Sergio y Quique; y juntos nos pusimos a recordar el ostión del profe de norma, al Pelo-pantene, y demás cosas "que ya no pasan en segundo".
Al final, aunque no me guste echarme florecillas, creo haber sido el único de 1ºD (de 106!) que ha pasado limpio, ya que Eric (heavy sucio según el Pichichi) abandonó física 2, y además de él, no llamó demasiado la atención nadie más. Hablé con él en la práctica de materiales del último lunes, y quitando algunos aspectos, tampoco se merece el título de 'friki'.