Me llamaron para ir a comer con las hienas y usé la excusa de que ya tenía hecha la comida.
El parásito fue estirpado nuevamente y ya estamos otra vez con la sombra-emo detrás, y los g*, que no entiendo cómo, le revolotean como moscas que buscan la m*.
Al igual que el euro con el dollar, el valor de las palabras de mis cercanos es una parábola (en el mejor de los casos).
-Deteste tal, es una merda, asco, ....
Semana(s) después, entra de lleno en esa merda.
Así como el tema de las motivaciones y la moñaca... a ver qué dura ahora esa decisión...
Pero, por encima de todos, existe un alguien cuyas palabras son ( ).
Creo que nunca conoceré a alguien tan mentiroso y falso...... aunque estoy seguro de que me equivoco: la hipocresía es un algo tan especial en este Vonito mundo...


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