Después de informarme, resulta que la intensificación energías renovables, limpias, etc. propiamente dicha no existe. En lugar de eso, está la intensificación Energía, y luego dos subniveles: termohidráulica y nuclear.
Mis prejuicios sobre la nuclear eran claros hasta que alguien tan grande como el profe de ini te rompe los esquemas: él cree que es el futuro. Pero claro, ahora lo nuclear pega más en formato militar; mola más que te digan Eh!, que te tiro un misil nuclear que Eh! que montamos dos reactores y hay suficiente para medio país.

Y en cuanto a la termohidráulica, pues está todo el resto, cogiendo a todas las limpias y renovables...Aún así, me cabrea mucho algo de esto:
La semana pasada vi un documental sobre otro grupo de soñadores que aspiraban a montar una serie de capas reflectoras en el polo ártico en plan experimental para ver si era posible evitar el descongelamiento. Las diferencias entre las zonas cubridas y las no cubridas eran exageradas, pero pese al éxito del invento, era imposible llevarlo a una escala mayor debido a su alto coste económico. Todos esos millones de euros y dólares hay que invertirlos en misiles nucleares, en tanques y en submarinos, con tal de que cuando venga el tan aclamado apocalipsis, quedemos en la tierra cuatro gatos matados. Obvio.

No quiero que mi futuro profesional esté ambientado a realizar experimentos que no van a ser más que eso. La diferencia entre el ingeniero y el científico es que mientras uno está montando una instalación eléctrica, el otro se corre en su despacho por haber encontrado la forma de demostrar el teorema X sin el concepto Y.
Mis aspiraciones van más allá de quedarse en un despacho teorizando cosas que no van a dar a luz nunca.

Y para acabar, el vídeo de una soñadora que empezó a soñar muy pequeñita, y que pese a sus intentos, 17 años más tarde el mundo sigue en el mismo rumbo.
Qué bien va el mundo.